A punto de finalizar un año peculiar, es justo que brindemos por tu renovación, porque cada transición da pie a nuevos comienzos y podemos optar por el camino a tomar.
Aunque se nos fue como agua, tal vez agradezcas que “por fin” se termina el 2020. ¿Qué tal te trató? ¿Te presentó muchos dragones? ¡¿¿Acaso notaste en qué momento llegamos a diciembre??!
A todos, de una forma u otra, este año nos puso a prueba; hemos sufrido en mayor o menor medida en varios aspectos; quizás hemos pasado por alguna pérdida económica, laboral o personal, o hemos atravesado dificultades en nuestro negocio o empleo; ni qué decir de la imposibilidad de encontrarnos y abrazarnos.
Pero, a pesar de todo ello, lo único que no podemos darnos el lujo de hacer, es quedarnos sentados añorando el pasado ni contemplando cómo todo sucede mientras permanecemos inmóviles. Como seres humanos, tenemos la capacidad de aprender y adaptarnos, de evolucionar.
Por supuesto, todo proceso transformador implica un tiempo, así que, primero que nada, sé amable contigo y tu proceso, de modo que puedas tomar perspectiva con serenidad. Esto aplica tanto para tu persona como para tus proyectos. (Por cierto, si no lo hiciste, te invito a leer mi blog compartido con Yo Planner, sobre el Meeting Planner del 2021)
Tal vez tengas el hábito de establecer propósitos de año nuevo, pero cuando sea que fijes tus metas, lo importante será que te comprometas con ellas. Nuevamente, cada quien puede tener su propio método, pero quizás estas ideas te puedan ayudar.
- Reconoce tu momento. Cómo te sientes, en qué estado te encuentras, de qué te has dado cuenta cuánto amas y qué ya no te gusta, qué quieres cambiar o mejorar.
- Determina cuál es el punto a dónde quieres llegar y qué pasos necesitas dar para llegar allí.
- Establece un tiempo razonable para recorrer el camino; hacer alquimia no significa que la magia sea inmediata.
- Ve si como parte de tu reenfoque, cabe hacer algo para transformar tu entorno: tu empresa, tu casa, tu industria, tu ciudad. Así como hemos sido responsables de cuidarnos para cuidar a los demás en esta pandemia, somos igualmente responsables y capaces de mejorar el mundo en que vivimos.
- Piensa en qué puedes obsequiarle a los demás, más allá de los regalos navideños materiales: Tu tiempo, tu atención, tus conocimientos, tu soporte, tus ideas, tu creatividad, tu respeto, tu voto de confianza, tu compromiso…
- Piensa en qué puedes autorregalarte: tiempo, salud, aprendizaje, espacio, autoconfianza, tolerancia, valentía…
Disfruta de estas fechas en casa, en familia, cerca de tus seres queridos por los medios posibles. Cuídate y cuida a los tuyos. Descansa, si puedes, pero también aprovecha para meditar un poco sobre estos puntos. ¡Salud por un “tú” renovado!
Gracias por ser parte de Formación para Alquimistas de Eventos. Deseo que este año cierre un ciclo de aprendizaje y abra otro de mayor crecimiento.
Recuerda creer siempre en tu magia y hacer todo lo posible para que la aportes y brilles en lo que sea que decidas hacer.
¡Felices fiestas y un grandioso 2021!