En la era de la inmediatez, del cambio incesante y la satisfacción efímera, las relaciones a largo plazo en cualquier ámbito podrían ser difíciles de visualizar. Pero (me parece) la Industria de Reuniones es como un matrimonio a largo plazo.
Recientemente, mis padres cumplieron 57 años de casados. Hoy en día, pasar de unos cuantos años compartiendo la vida con otra persona puede hasta antojarse imposible, así que escuchar tal cifra produce asombro en más de uno. Pero eso me llevó a reflexionar un poco acerca del compromiso que otras cosas nos implican. Por ello, se me ocurre, la Industria de Reuniones es como un matrimonio a largo plazo. ¿No crees?
Hace no demasiados años, era común que las relaciones entre individuos, empresas y otras instancias, fueran largas. Claro, contraer matrimonio solía ser con la genuina idea de hasta que la muerte nos separe. En las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, la pareja ponía empeño en alargar esa sociedad el mayor tiempo posible. Algunos, en efecto esforzándose porque resultara sano y disfrutable y alimentado por un amor actualizado; otros, simplemente por sobrevivir en pro de un bien mayor: el de los hijos.
En otro ámbito, era usual incluso casarse con una empresa o marca con quien se hacían todos los negocios en determinado rubro; había una base de confianza (a veces, ciega) donde, mientras las cosas funcionaran, no había necesidad de voltear a otro lado, o no tan seguido. Esto como cliente-proveedor, pero también como empleado-empresa. Personal de diversas corporaciones casi se hacía acreedor a su propio código de barras.
Hoy las cosas no son así precisamente. Tampoco digo que tengan que ser exactamente iguales. No obstante, es mucho más frecuente ver que a las primeras de cambio, los recién casados se separan. Dos individuos se conocen, se enamoran en 2 minutos, se juran amor eterno en 10 y se odian en 15, para amar a alguien más con la misma intensidad en dos meses más. El hit de moda de hoy ya no lo es pasado mañana. A quien contrataron en un trabajo, renuncia luego de que le entregan su equipo de trabajo. Todo pinta para ser muy sencillo… y muy efímero.
Sin embargo, quienes llevamos cierto tiempo en este negocio, atestiguamos que el crecimiento, el éxito, los buenos resultados y los grandes equipos, requieren de compromiso. ¡Mucho compromiso! Trabajar en la propia carrera es como un matrimonio a largo plazo. ¿Pero estamos conscientes de ello?
Estoy a favor de que hoy en día se procure más el bienestar físico, mental y emocional en todos los ámbitos (lo cual es maravilloso), y que uno no requiere acabar como mártir para tener éxito, además de que este mismo tiene muy distintos significados para cada individuo. Pero cuando se busca la satisfacción inmediata con el menor esfuerzo posible, es como sembrar hoy una semilla y esperar que mañana un hermoso árbol nos dé sombra… ah, pero uno que no haya que podar, regar, proteger de las plagas, y que no tire hojas por barrer.
Conseguir avanzar en la carrera profesional; hacer diez versiones de la cotización hasta dar con la óptima para las necesidades del cliente; insistir con los proveedores para que entreguen lo esperado en tiempo y calidad; revisar múltiples veces la agenda operativa y confirmar las tareas individuales; optimizar costos; hacer como Dr. Strange y ver todos los futuros posibles para así tener antídotos para casi todos los dragones factibles; responder con prontitud el día en que esperabas tener una tarde más tranquila; ser flexible para apoyar a otro en la resolución de un imprevisto… todo ello forma parte de la inversión a largo plazo.
Esta industria de los eventos tiene momentos fantásticos como decenas de lunas de miel y vacaciones increíbles. Pero, así como una pareja debe trabajar en adaptarse, ceder, aportar, ahorrar, limpiar, cuidarse, resistir las ganas de exterminar al otro… los Alquimistas de Eventos también tenemos un TRABAJO DIARIO que implica: tiempo, esfuerzo, pasión, dedicación, grandes dosis de creatividad, MUCHA paciencia y MUCHÍSIMO compromiso para cocinar una poción realmente efectiva y exitosa.
Tal vez, en ocasiones, confirmamos eventos de forma muy sencilla y casi automática, pero quien ha sudado sangre para lograr un proyecto, ha saboreado la satisfacción de firmarlo, solo para darse cuenta de cuánto trabajo vendrá desde allí hasta que termine. Mientras tanto, otros bebés se estarán engendrando.
Sí, creo que la Industria de Reuniones es como un matrimonio a largo plazo. ¿Ya le dijiste que sí? No te divorcies a las primeras de cambio.
#HazAlquimia
Norma Ronces
Leading Alchemist